Caminos de piedra piden resbalarse bajo mis pies, buscan seducirlos lento sin prisa con pinceladas de lluvia. El viento acaricia cada dedo con dulzura de madre. Ruega al tiempo conquistar a los pies, convencerlos de quedarse. Y el camino y el tiempo buscan maneras sin saber.. Rotos la planta y los dedos se entregan al camino.
